El overmolding, o sobremoldeo, es un proceso avanzado dentro del moldeo por inyección que permite combinar dos o más materiales en una sola pieza, aplicando un material sobre otro previamente moldeado. Esta técnica ha ganado popularidad en la industria plástica por su capacidad para mejorar la funcionalidad, la estética y la ergonomía de los productos sin necesidad de ensamblajes posteriores. El resultado son componentes plásticos multicomponente con un alto valor añadido, tanto a nivel técnico como visual.
El sobremoldeo plástico se basa en una inyección múltiple de materiales, donde el primer material (generalmente más rígido) se moldea primero y actúa como base o sustrato. A continuación, se inyecta un segundo material (normalmente más blando o con propiedades diferentes) sobre zonas seleccionadas de la pieza anterior. Esta combinación genera una unión física o química entre ambos materiales, evitando el uso de adhesivos o fijaciones mecánicas.
Las aplicaciones del overmolding son muy variadas. Se utiliza habitualmente en productos con zonas de agarre antideslizante, juntas integradas, superficies suaves al tacto (soft-touch) o combinaciones de colores y texturas. Ejemplos típicos incluyen mangos de herramientas, carcasas de dispositivos electrónicos, mandos de control, componentes automotrices o piezas médicas con partes flexibles.
La clave del éxito en el sobremoldeo plástico está en la compatibilidad entre materiales. No todos los polímeros se adhieren bien entre sí, por lo que es fundamental seleccionar combinaciones adecuadas y definir parámetros de proceso precisos. Materiales comunes en el sobremoldeo incluyen polipropileno (PP) combinado con TPE (elastómero termoplástico), policarbonato con TPU, o ABS con silicona líquida.
Otra ventaja del overmolding es la mejora del rendimiento del producto final. El sobremoldeo puede aportar aislamiento térmico o eléctrico, amortiguación de impactos, resistencia química localizada o zonas de sellado estancas. Todo esto sin incrementar significativamente el número de operaciones o el coste de ensamblaje, lo que mejora la eficiencia y reduce tiempos de fabricación.
Desde el punto de vista técnico, el sobremoldeo plástico puede realizarse mediante diferentes configuraciones de máquina y molde. Las tecnologías más comunes incluyen sistemas de moldeo con estaciones rotativas, moldes con movimiento de cavidades, o incluso máquinas de doble inyector. La elección dependerá del tipo de pieza, los materiales implicados y el volumen de producción.
Empresas como Plásticos Lezo, con experiencia en inyección múltiple de materiales, emplean el overmolding para ofrecer soluciones personalizadas que integran estética, ergonomía y funcionalidad. Este enfoque permite reducir piezas por ensamblar, disminuir los errores de montaje y mejorar la percepción del producto final, especialmente en sectores como automoción, electrónica de consumo o dispositivos médicos.
El diseño del molde para sobremoldeo es otro aspecto crítico. Requiere una planificación cuidadosa del sistema de canales, puntos de inyección y zonas de cierre para evitar rebabas, desplazamientos o problemas de adhesión entre materiales. También es fundamental el control de temperatura y presión en ambas fases de inyección para garantizar una unión perfecta.
En resumen, el overmolding o sobremoldeo plástico es una tecnología clave en la fabricación de componentes plásticos multicomponente que requieren funcionalidad mejorada, diseño optimizado y mayor valor añadido. Gracias a la inyección múltiple de materiales, es posible integrar distintas propiedades en una sola pieza, simplificando procesos y abriendo nuevas posibilidades de innovación en el diseño y producción de piezas plásticas.