La microinyección es una técnica avanzada dentro del moldeo por inyección de plásticos, orientada a la fabricación de piezas de tamaño muy reducido, con pesos que oscilan desde unos pocos miligramos hasta menos de un gramo. Esta tecnología está especialmente diseñada para producir componentes de alta precisión, geometrías complejas y tolerancias extremadamente ajustadas, que no pueden lograrse mediante procesos convencionales de inyección.
La creciente miniaturización en sectores como la medicina, la electrónica, la óptica, la automoción o la micromecánica ha impulsado la demanda de soluciones de microinyección, capaces de ofrecer piezas funcionales, repetibles y técnicamente exigentes en dimensiones extremadamente pequeñas.
En un proceso estándar de microinyección, se utilizan máquinas especializadas que incorporan sistemas de plastificación de pequeño volumen, husillos de alta precisión, cámaras de inyección reducidas y moldes con cavidades extremadamente detalladas. La capacidad de dosificar con gran exactitud cantidades mínimas de material es esencial para evitar defectos, rebabas o sobrellenados.
Los principales beneficios de la microinyección incluyen:
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Alta precisión dimensional, incluso en piezas de 0,001 gramos.
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Reducción del consumo de material, lo que se traduce en menores costes y residuos.
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Capacidad de replicar detalles microscópicos, como microcanales, texturas superficiales o elementos funcionales en micras.
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Ciclos de producción rápidos, adaptados a series medias o grandes.
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Compatibilidad con materiales técnicos como PEEK, PC, PMMA, POM o LCP, usados en sectores de alta exigencia.
Algunos ejemplos típicos de piezas fabricadas por microinyección incluyen microengranajes, conectores eléctricos, componentes ópticos, válvulas médicas, microcarcasas, piezas para audífonos, implantes y sensores.
Sin embargo, este proceso también presenta retos técnicos importantes:
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Requiere moldes de altísima precisión, con tolerancias inferiores a una micra en muchas aplicaciones.
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Control térmico extremadamente riguroso, ya que las pequeñas cantidades de material se enfrían muy rápido y pueden solidificarse antes de llenar la cavidad.
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Necesidad de equipos de inyección de alta tecnología, que permitan trabajar con ciclos muy cortos y dosificaciones exactas.
En Plásticos Lezo, aunque nos especializamos principalmente en piezas de pequeño y mediano tamaño mediante moldeo por inyección tradicional, comprendemos la importancia de la microinyección como parte de la evolución tecnológica de la industria plástica. Colaboramos con clientes y socios tecnológicos que requieren componentes miniaturizados, asesorando sobre el diseño, selección de materiales y validación de moldes específicos para este tipo de fabricación.
Nuestro enfoque en la calidad, la trazabilidad y el desarrollo personalizado también se aplica cuando gestionamos proyectos donde se integran piezas de microinyección en conjuntos mayores o se desarrollan fases piloto previas a la fabricación en serie.
Además, tenemos capacidad para evaluar la viabilidad técnica de convertir una pieza diseñada inicialmente para microinyección en un componente moldeable por inyección convencional con técnicas de miniaturización optimizadas, lo que puede ser más rentable en ciertos volúmenes o etapas del producto.
En definitiva, la microinyección representa la vanguardia del moldeo de precisión, donde cada micra cuenta. Es una tecnología clave en sectores punteros, y su correcta implementación requiere experiencia en diseño, materiales, maquinaria y validación de calidad. En Plásticos Lezo, estamos comprometidos con ofrecer soluciones que acompañen esta evolución, apoyando a nuestros clientes en cada etapa del desarrollo de piezas técnicas, incluso cuando el tamaño es mínimo, pero las exigencias son máximas.