Los pernos de expulsión, conocidos también como knock-out pins en inglés, son elementos mecánicos esenciales en el proceso de moldeo por inyección de plásticos. Su función principal es expulsar la pieza moldeada del interior del molde una vez que ha solidificado y finaliza la fase de enfriamiento. Aunque su apariencia puede parecer sencilla, su correcto diseño, ubicación y mantenimiento son determinantes para garantizar la integridad y calidad de la pieza final.
Durante el ciclo de inyección, el plástico fundido se introduce en la cavidad del molde y adopta su forma. Una vez que la pieza se enfría y solidifica, el molde se abre. En ese momento, los pernos de expulsión se activan desde la placa de expulsión, empujando con precisión la pieza hacia fuera. Sin estos componentes, la extracción del producto sería ineficiente, dañina o incluso inviable en muchos casos.
Los pernos suelen estar fabricados en acero templado y mecanizados con alta precisión. Existen distintos tipos según su geometría y aplicación:
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Pernos cilíndricos estándar, los más comunes, con movimiento lineal y superficie de contacto reducida.
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Pernos planos u ovalados, utilizados cuando se requiere una mayor superficie de contacto o en zonas estrechas.
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Expulsores de lámina o placas, usados en piezas grandes o con geometrías que dificultan el uso de pernos individuales.
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Tubos expulsores, que permiten extraer núcleos internos o secciones con pasos de refrigeración.
Un aspecto clave en el uso de pernos de expulsión es su correcta ubicación. Una mala distribución puede provocar marcas visibles en la pieza (conocidas como ejector marks), deformaciones, o incluso rupturas si la extracción no es uniforme. Por eso, en el diseño del molde, se estudia cuidadosamente su número, posición, diámetro y recorrido para equilibrar las fuerzas de expulsión y minimizar su impacto visual y estructural.
Otro factor importante es el mantenimiento. Los knock-out pins están sometidos a desgaste continuo debido a su movimiento repetido y la fricción con la pieza moldeada. Un perno desgastado o mal alineado puede provocar rebabas, marcas profundas, o incluso quedarse atascado dentro de la pieza. En Plásticos Lezo, contamos con protocolos de revisión y lubricación periódica que aseguran su funcionamiento fluido, evitando paradas no deseadas o defectos recurrentes.
La temperatura también influye. En moldes donde las zonas de expulsión están cerca de canales calientes o elementos calefactores, los pernos deben resistir la dilatación térmica y mantener su ajuste. En estos casos, se seleccionan aceros especiales y se aplican tratamientos de recubrimiento (como nitruración o recubrimiento PVD) para prolongar su vida útil.
En el contexto de la producción de piezas plásticas de alta precisión, como las que fabricamos en Plásticos Lezo, los pernos de expulsión son más que un elemento auxiliar: forman parte del diseño funcional del molde. Cada nuevo proyecto incluye un análisis detallado del sistema de expulsión, asegurando que sea eficiente, duradero y adaptado a las características geométricas, técnicas y estéticas de la pieza.
También tenemos en cuenta la interacción del perno con la superficie de la pieza: en productos visibles o de acabado técnico, se busca ocultar las marcas o integrarlas en zonas no críticas. Incluso, en piezas delicadas, se opta por mecanismos alternativos como placas de extracción, sistemas de aire asistido o movimientos laterales que eviten cualquier esfuerzo puntual.
En resumen, los pernos de expulsión son pequeños componentes con un papel decisivo en el éxito del moldeo por inyección. En Plásticos Lezo, cuidamos cada detalle de su diseño, ubicación y mantenimiento como parte integral de nuestro compromiso con la calidad, la precisión y la funcionalidad de cada pieza plástica fabricada.