El moldeo por inserción, conocido en inglés como insert molding, es una técnica avanzada dentro del proceso de inyección de plásticos que permite integrar componentes preexistentes —normalmente metálicos— en una pieza plástica durante el proceso de moldeo. El resultado es una única pieza compuesta que combina las propiedades del plástico con las ventajas funcionales del inserto, como resistencia mecánica, conductividad, roscado o rigidez estructural.
Esta tecnología se ha convertido en una solución estratégica para el diseño de productos que requieren ensamblajes robustos, duraderos y compactos. En lugar de unir el inserto al plástico mediante métodos tradicionales como el pegado, soldadura o atornillado, el moldeo por inserción lo encapsula directamente en el plástico fundido, creando una unión mecánica y térmica muy fuerte.
El proceso comienza con la colocación precisa del inserto dentro del molde, de forma manual o automatizada. Una vez posicionado, se cierra el molde y se inyecta el plástico fundido, que fluye alrededor del inserto y lo fija al solidificarse. Esta técnica es compatible con una amplia variedad de insertos: tornillos, tuercas, ejes, conectores, láminas, imanes, sensores e incluso componentes electrónicos.
Entre sus principales ventajas destacan:
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Reducción de ensamblajes posteriores: se eliminan pasos adicionales de montaje, lo que mejora la eficiencia y reduce los costes.
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Mayor integridad estructural: la unión entre plástico e inserto es más fuerte y resistente a vibraciones, cargas y fatiga.
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Ahorro de espacio y peso: permite diseños más compactos al integrar múltiples funciones en una sola pieza.
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Repetibilidad y precisión: ideal para producción en serie con tolerancias ajustadas.
El moldeo por inserción se utiliza en sectores como la automoción, la electrónica, la medicina, la robótica y los electrodomésticos. Por ejemplo, es común en piezas que requieren zonas roscadas metálicas dentro de cuerpos plásticos, conectores eléctricos con terminales insertados, componentes híbridos estructurales o piezas de uso intensivo donde se necesita un refuerzo metálico.
En Plásticos Lezo, aplicamos el moldeo por inserción como parte de nuestra capacidad técnica para desarrollar piezas funcionales y de alto valor añadido. Evaluamos cada proyecto para determinar la mejor forma de integrar los insertos sin comprometer la calidad del moldeo ni la eficiencia del ciclo de producción. Para ello, contamos con utillaje adaptado, sistemas de posicionamiento de insertos y controles de calidad específicos para verificar la correcta encapsulación.
También colaboramos con nuestros clientes en la fase de diseño para definir el tipo de inserto más adecuado, sus tolerancias, tratamientos superficiales y compatibilidad térmica con el plástico seleccionado. Esto es fundamental para evitar defectos como desplazamientos, vacíos, burbujas o falta de adherencia entre los materiales.
Además, estamos preparados para integrar el moldeo por inserción en procesos más complejos, como el sobremoldeo o el uso de insertos electrónicos en piezas funcionales, explorando nuevas formas de mejorar la funcionalidad de las piezas plásticas sin aumentar los costes ni la complejidad del producto final.
En resumen, el moldeo por inserción es una técnica altamente versátil que permite unir materiales distintos en una única operación de inyección, aportando funcionalidad, resistencia y eficiencia al diseño de productos. En Plásticos Lezo, lo utilizamos como parte de nuestra apuesta por soluciones técnicas que combinan precisión, integración y valor añadido.