La temperatura de deflexión térmica (HDT), también conocida como temperatura de deformación bajo carga, es un parámetro técnico que indica la resistencia de un material termoplástico a la deformación cuando se somete simultáneamente a una carga mecánica y a un aumento progresivo de temperatura. Se trata de una medida clave para evaluar el comportamiento térmico de un plástico en condiciones reales de uso, especialmente en aplicaciones donde las piezas están expuestas a temperaturas elevadas de forma constante o intermitente.
La HDT se expresa en grados Celsius (°C) y se determina mediante un ensayo normalizado, habitualmente según la norma ISO 75 o ASTM D648. En este ensayo, una muestra del material se somete a una carga constante (generalmente 0,45 MPa o 1,8 MPa) mientras se calienta a una velocidad controlada. La temperatura a la que la muestra alcanza una deformación específica (normalmente 0,25 mm) se registra como su temperatura de deflexión térmica.
Este valor es fundamental a la hora de seleccionar materiales para componentes que deban mantener su forma, rigidez o funcionalidad en ambientes calientes, como piezas de automoción cercanas al motor, electrodomésticos, dispositivos eléctricos o sistemas industriales con altas temperaturas de operación. Cuanto mayor es la HDT, mejor es la capacidad del material para resistir la deformación por calor bajo carga.
Diferentes tipos de plásticos presentan valores muy distintos de temperatura de deflexión térmica. Por ejemplo:
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Polietileno de alta densidad (HDPE): HDT aproximada de 75 °C
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Polipropileno (PP): HDT entre 60 °C y 120 °C (según tipo y carga mineral)
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Policarbonato (PC): HDT entre 130 °C y 140 °C
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Poliamida (PA 66): HDT entre 180 °C y 200 °C
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PEEK (polieteretercetona): HDT superior a 300 °C
Es importante destacar que la HDT no representa la temperatura máxima de servicio continuo de un material, pero sí es una buena referencia comparativa para estimar su comportamiento térmico estructural. Además, la presencia de cargas minerales o fibras de vidrio puede aumentar notablemente este valor, mejorando la estabilidad térmica del polímero.
En Plásticos Lezo, tenemos en cuenta la temperatura de deflexión térmica como criterio clave en la selección de materiales para piezas técnicas. Analizamos las condiciones térmicas reales del entorno donde funcionará la pieza y validamos si el polímero base —o su versión reforzada— cumple con los requerimientos de deformación mínima bajo carga. También colaboramos con nuestros clientes para optimizar geometrías, espesores y puntos de refuerzo, con el fin de garantizar la funcionalidad de la pieza incluso cerca del límite térmico del material.
La HDT también nos sirve como indicador durante la validación de nuevos compuestos o materiales reciclados, especialmente en sectores donde el rendimiento térmico es crítico. En proyectos específicos, complementamos esta medida con otros ensayos, como la temperatura de reblandecimiento Vicat, el ensayo de fluencia térmica o pruebas de envejecimiento acelerado.
En resumen, la temperatura de deflexión térmica (HDT) es un parámetro esencial para garantizar que una pieza plástica mantendrá su estabilidad dimensional bajo condiciones de calor y carga. En Plásticos Lezo, la consideramos una herramienta de diseño y calidad indispensable en el desarrollo de soluciones técnicas que requieren fiabilidad térmica y resistencia mecánica sostenida.