La fundición al vacío de plásticos es una técnica de fabricación que permite producir piezas plásticas con gran nivel de detalle, precisión y acabado superficial, utilizando moldes de silicona y resinas termoendurecibles o poliuretanos. Esta tecnología se emplea principalmente para la fabricación de prototipos funcionales, series cortas o preseries en fases de desarrollo de producto, donde no resulta rentable fabricar un molde metálico para inyección convencional.
El proceso de fundición al vacío de plásticos comienza con la creación de un molde de silicona flexible a partir de un modelo maestro, que puede ser impreso en 3D o mecanizado. Una vez curado el molde, se coloca dentro de una cámara de vacío donde se vierte la resina plástica líquida. El vacío elimina las burbujas de aire del material y asegura que la resina se distribuya homogéneamente por toda la cavidad, reproduciendo fielmente todos los detalles del modelo original.
Una vez vertida, la mezcla se cura en un horno a baja temperatura hasta solidificarse. Después del desmoldeo, la pieza obtenida presenta una gran fidelidad dimensional, con acabados muy próximos a los que se logran mediante inyección. Según el tipo de resina utilizada, las piezas pueden ser transparentes, coloreadas, rígidas o flexibles, e incluso simular propiedades de plásticos técnicos como el ABS, PP o elastómeros.
Una de las grandes ventajas de la fundición al vacío de plásticos es su rapidez y bajo coste en comparación con la fabricación de moldes de acero o aluminio. Además, permite realizar múltiples iteraciones de diseño en poco tiempo, lo que la convierte en una solución ideal para validación de conceptos, pruebas funcionales o presentaciones ante clientes e inversores. También se utiliza para producir piezas finales en lotes limitados, cuando no se justifica una inversión en moldes metálicos.
Otra característica importante es la versatilidad de materiales. Existen resinas de fundición con diferentes niveles de dureza, resistencia térmica, estabilidad UV o compatibilidad con pinturas y acabados superficiales. Esto permite ajustar las propiedades de la pieza a los requisitos específicos del proyecto, incluso en fases tempranas de desarrollo.
En Plásticos Lezo, aunque nuestra especialidad es la inyección de plásticos, colaboramos con proveedores y socios tecnológicos que utilizan la fundición al vacío de plásticos como parte del proceso de desarrollo previo a la industrialización. Esta técnica nos permite acelerar la validación de piezas antes de construir el molde definitivo, realizar pruebas de montaje, evaluar tolerancias y verificar aspectos estéticos o ergonómicos.
También trabajamos con clientes que requieren piezas de uso final para aplicaciones específicas, y que por volumen o tiempo de entrega necesitan soluciones rápidas y flexibles. En estos casos, la fundición al vacío se presenta como una alternativa eficaz para producir componentes funcionales de forma puntual, sin sacrificar calidad ni precisión.
En resumen, la fundición al vacío de plásticos es una tecnología complementaria que aporta agilidad, precisión y versatilidad al desarrollo de productos. Su capacidad para replicar detalles complejos, adaptarse a distintas necesidades de material y reducir tiempos de validación la convierte en una herramienta estratégica para fases de prototipado, preproducción o fabricación de series cortas. En Plásticos Lezo, la integramos como parte de nuestra visión global para ofrecer soluciones completas, desde el diseño hasta la producción en serie.